Qué es un tullido (tullio en el
lenguaje coloquial), según el diccionario es
una persona que ha perdido el movimiento del cuerpo o de alguno de sus
miembros mientras que un discapacitado es una persona Limitada para algunas actividades a causa de
una deficiencia física o psíquica ( cojos, ciegos, locos, etc.), aunque la
palabra tullio se entiende más para los propósitos de este articulo, voy a usar
el termino discapacitado, pues su definición es más amplia y abarca a todos
aquellos que yo quiero involucrar en estos comentarios.
En estos días, que una mala
jugada de la vida me ha tenido en la lista de lesionados, he vivido en carne
propia la experiencia de la discapacidad,
mi tobillo derecho no esta funcionando a 100%, lo que implica una
deficiencia física que me limita para hacer algunas actividades que normalmente
hago sin ni siquiera darme cuenta que estoy haciendo, como ir al banco, al supermercado,
a pagar la luz, a sacar fotocopias etc., en la condición en que estoy no puedo
hacer nada de eso de manera normal, lo cual me hace temporalmente un
discapacitado.
Cual ha sido mi experiencia,
bueno, me he dado cuenta que ser discapacitado en La Romana, no quiero
involucrar otros lugares, es casi un delito, es más, es un delito, la gente te
mira mal, casi nadie te da la preferencia que tu condición supone y emérita,
salvo escasas excepciones, por el contrario, abusan de ti, pues se aprovechan
para quitarte los carritos en el supermercado, o simplemente sacar una copia
primero que tu, aunque tu hayas llegado primero a la papelería.
Me he preguntado, cómo será la
vida de los discapacitados permanentes, no será ya suficiente carga la propia
discapacidad en si, pero el colmo de todo esto, son las autoridades, la ciudad,
a través del propio ayuntamiento viola todas las normas lógicas y elementales
que puedan favorecer a los discapacitados, desde la alcaldía municipal se
promueve la colocación de obstáculos en las aceras, tales como plantas en tarros
que ocupan el 80 por ciento del espacio, hoyos, casetas de fritura, gomerías, letreros,
etc., caminar por las aceras de La Romana es una aventura, hasta para los
sanos, la gente tiene que moverse como si estuvieran jugando una especie de
juego de vídeo, salvando obstáculos y evitando monstruos para no ser capturado.
Creo que debemos promover la
desarrabalización de nuestra ciudad, unirnos todos en un plan conjunto,
tendente a que nuestras aceras sean transitables, poner reglas claras y
precisas para el uso de los espacios públicos y darle seguimiento. No podemos
seguir siendo visitados por gentes de otros países y darles la impresión de que
bajaron de un barco o un avión para ver un grupo de monos haciendo monerías.
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