sábado, 27 de febrero de 2010

NO A LA ESPIRAL DE ODIO


POR: ROBERTO MARTINEZ
En estos días he reflexionado con relación a la bondad e indulgencia del pueblo dominicano, desde 1844 y hasta la fecha, se nos ha enseñado en nuestras escuelas, todo lo relativo a nuestra independencia, nuestro deberes patrióticos, etc. Sin embargo nada de eso, ni siquiera las pretensiones de algunos con mucha influencia mediática, ha podido doblegar el principio inherente del dominicano de servir al prójimo.

Los haitianos que hoy sufren y pasan por uno de sus peores momentos en toda su historia, no son culpables de los errores históricos de sus gobernantes y de los nuestros, y el pueblo dominicano lo entendió bien, por eso impuso su bondad por encima de todos aquellos que quieren dividir con odios y rencores a dos pueblos que por razones naturales obvias no podrán desvincularse jamás.

A los que quieren sembrar en nosotros contrariedades les diré algo que leí en un artículo de Alfonso Aguiló de la revista CHATOLIC.NET, “El rencor genera más rencor, y si no se está en guardia contra él pronto se convierte en una ola imparable que hace retumbar los oídos más imparciales y estremece los corazones más equilibrados.” El odio blanco es tan malo como el odio negro, en fin es odio y lo único que crea es una espiral interminable de golpes y contragolpes, lo inteligente es poner la otra mejilla y detener sabiamente ese sentimiento tan destructivo y aberrante.

A los que aun no entiende que somos un pueblo bueno y andan criticando hasta nuestras ayudas al pueblo haitiano, yo los perdono y se que todos mis conciudadanos también, por eso me atrevo a decir, LOS PERDONAMOS…